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Las criptomonedas no están en la agenda de Milei — y eso debería inquietarte

BitcoinHispano BitcoinHispano
  • Oct 16, 2025

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Las criptomonedas no están en la agenda de Milei — y eso debería inquietarte
La promesa libertaria de libertad financiera suena linda. Pero la política práctica es otra cosa. Expertos consultados coinciden: las criptomonedas no forman parte de la agenda concreta de Javier Milei. ¿Qué significa eso para tu bolsillo y para el pulso cripto en Argentina? Importa, y mucho.

Lo clave en 30 segundos

  • Ruptura entre discurso y políticas: el entusiasmo retórico no se traduce en reglas claras.
  • Prioridades macro: inflación, deuda y dolarización ocupan todo el escenario.
  • Riesgo regulatorio latente: la eliminación del BCRA complica cualquier mapa normativo.
  • Sector cripto local en expectativa: empresas piden certezas legales y fiscales.
  • Ciudadanos actúan por su cuenta: adopción privada crece, pero la protección jurídica es débil.

Ruptura entre discurso y políticas: el entusiasmo retórico no se traduce en reglas claras

Milei habla el idioma cripto cuando le conviene. Bitcoin encaja con su narrativa anti-Estado. Suena bien en un tuit. Suena bien en un acto. Pero hablar no es gobernar. Expertos en políticas públicas y en tecnología financiera repiten lo mismo: el relato libertario no contiene un plan regulatorio detallado para criptomonedas. No hay una hoja de ruta pública con plazos, normativas o mecanismos de supervisión pensados específicamente para exchanges, custodios o emisores de stablecoins. ¿Y por qué importa? Porque sin reglas claras, el mercado no puede escalar con seguridad. Empresas que hoy prestan servicios cripto en Argentina —desde exchanges locales hasta wallets— están en zona de incertidumbre. ¿Cómo declarar impuestos? ¿Qué normativa aplica a los derivados cripto? ¿Quién responde ante una vulneración de fondos? Preguntas simples. Sin respuestas oficiales. La experiencia internacional lo demuestra: los países que desarrollaron marcos regulatorios proactivos estimularon inversión y empleo en el sector. Donde no hubo marco, florecieron vacíos legales, fraudes y desconfianza. No es solo poesía libertaria: es infraestructura legal.

Prioridades macro: inflación, deuda y dolarización ocupan todo el escenario

El gobierno está inmerso en apagar incendios. Inflación galopante. Negociaciones con acreedores. La idea de dolarizar la economía. Todo eso consume tiempo, capital político y foco. ¿Qué queda para pensar en criptomonedas? Poco o nada. Los equipos técnicos que diseñan políticas hoy tienen la mirada puesta en estabilizar precios y conseguir financiamiento externo. Las reformas estructurales prometidas cambian el tejido institucional. En ese contexto, introducir una política cripto integral es visto por muchos funcionarios como una distracción de urgencias mayores. Esto explica la lógica del "primer lo urgente, después lo interesante". Pero cuidado: la economía digital no espera. Mientras se negocia con el Fondo y se diseña la dolarización, los ciudadanos siguen buscando resguardos. Muchos recurren a stablecoins, dólares digitales y exchange locales. Esa demanda crea realidad por fuera de la política pública. ¿Se puede gobernar algo que ya está ocurriendo en la periferia financiera? Además, la dolarización misma puede colisionar con el ecosistema cripto. Si el peso desaparece como referencia, ¿cómo encaja Bitcoin o un token local? ¿Se favorece la adopción de criptos o se la deja irrelevante frente al dólar físico y los instrumentos tradicionales? Nadie lo aseguró aún.

Riesgo regulatorio latente: la eliminación del BCRA complica cualquier mapa normativo

Una de las propuestas más disruptivas del gobierno es desmantelar o reformar profundamente el Banco Central. Para muchos en la comunidad cripto, eso suena como liberación. Para juristas y reguladores financieros es un rompecabezas enorme. El BCRA no solo emite moneda. Supervisión, datos, controles de lavado, relaciones con otros reguladores: todo eso está articulado alrededor de una institución. Si la sacás o la desarmás sin definir qué la reemplaza, deje un hueco gigantesco. Ese vacío puede convertirse en tierra fértil para abusos. Y los primeros en sufrir son los usuarios. Expertos en regulación financiera advierten: cambiar la arquitectura institucional requiere diseñar nuevas reglas para integridad del mercado, protección al consumidor y prevención de delitos. En el mundo cripto eso es crítico. Las stablecoins, los custodios y las plataformas de intercambio necesitan un conjunto de obligaciones claras. Mientras esa transición institucional esté en discusión, los inversores extranjeros miran con cautela. ¿Invertir en un país donde el regulador central está en proceso de extinción? La respuesta suele ser: no sin señales fuertes de certeza.

Sector cripto local en expectativa: empresas piden certezas legales y fiscales

Hablé con emprendedores del ecosistema. Piden tres cosas concretas: reglas claras, neutralidad fiscal razonable y seguridad jurídica. No piden privilegios. Piden saber bajo qué reglas jugarán. Las startups cripto necesitan seguridad para contratar talento, levantar capital y exportar servicios. Sin una política clara, el camino es tortuoso. Bancos que no quieren operar con exchanges. Procesadores de pago que limitan transferencias. Proveedores de servicios que exigen contratos más sólidos. Todo eso encarece la operación y frena la expansión. Además está la cuestión fiscal. ¿Cómo declarar ganancias por trading? ¿Qué tratamiento tienen los pagos en cripto? ¿Qué pasará con la retención a los servicios digitales? Las empresas piden normas que no asfixien la innovación pero que tampoco abran la puerta a evasión. Un caso típico: un exchange local que quiere ofrecer préstamos con cripto como colateral. Necesita claridad sobre contratos, ejecución de garantías y tratamiento de insolvencia. Sin esa certeza, la oferta muere antes de nacer. Si sos usuario, puede que no notes este pulso. Pero cuando la infraestructura es débil, la experiencia se rompe: demoras en retiros, cierre de cuentas, elevados costos de compliance. ¿Querés seguir arriesgando tus fondos en un mercado así? Si preferís algo más simple, podés abrir una cuenta en Coinbase o crear cuenta en Binance y mover parte de tu cartera a players internacionales.

Ciudadanos actúan por su cuenta: adopción privada crece, pero la protección jurídica es débil

La paradoja argentina es conocida. Cuando el Estado falla en proteger el valor, la gente busca refugio. Ahí entran las criptomonedas. En barrios, en cafés, en conversaciones de WhatsApp. Adoptar cripto es un acto de supervivencia financiera para muchos. La demanda está. La oferta también. Exchanges locales, wallets y servicios de custodia proliferan. Las operaciones P2P no paran. Pero actuar fuera de un marco regulatorio sólido tiene costados: riesgos de estafa, pérdida de fondos, conflictos legales y vacíos para resolver reclamos. Imaginá esto: un usuario compra USDT para protegerse de la inflación. Su exchange local sufre un hack. ¿A quién reclama? ¿Cuál es la cobertura? ¿Hay un fondo de protección? La respuesta hoy no es homogénea. Por eso muchos optan por diversificar: parte en exchanges internacionales, parte en wallets personales. Para lo último, podés descargar MetaMask o probar wallets con custodia en tu país. Es un juego de sobrevivencia. La gente actúa. La política no acompaña. ¿Resultado? Un mercado semi-regulado que funciona, pero con zonas de riesgo.

¿Qué puede pasar ahora? Escenarios y apuestas

Hay varias rutas posibles. No son mutuamente excluyentes, pero cada una tiene efectos muy distintos. Escenario A: silencio prolongado. El gobierno prioriza macro y deja a las criptos en la periferia. Resultado: crecimiento orgánico pero mayor riesgo sistémico. Más P2P, más innovación informal, más vulnerabilidad. Escenario B: medidas cosméticas. Declaraciones favorables, algunas facilidades para exchanges, pero sin un marco robusto. Resultado: alivio momentáneo, pero incertidumbre sostenible. Los problemas estructurales persisten. Escenario C: un mapa regulatorio complejo pero claro. Se crea normativa sobre custodia, AML/KYC, emisión de stablecoins y fiscalidad. Resultado: inversión y profesionalización del sector. Más empleo y exportaciones de servicios. Eso requiere voluntad política y capacidad técnica. ¿Cuál es la apuesta del gobierno? Hoy parece más inclinada hacia A o B. Eso explica por qué los expertos sostienen que las criptomonedas no son prioridad. Pero lo cierto es que cualquier decisión sobre el sistema financiero nacional terminará afectando al ecosistema cripto, aunque sea indirectamente.

Historias que ilustran el dilema: un exchange, una pyme y un pequeño ahorrista

Primera historia. Un exchange local crece rápido. Tiene usuarios, volumen y una app pulida. Quiere salir a vender servicios en Latam. Pero sus bancos cortan las conexiones por miedo a controles. Necesita un marco claro para negociar con bancos y proveedores. Sin eso, sus planes de expansión mueren en el estadio "promesa". Segunda historia. Una pyme que recibe pagos internacionales ve en las criptos una forma de ahorrar comisiones y tiempos. Quiere aceptar stablecoins para pagar proveedores. Pero su contador y su banco no saben cómo registrar ni convertir esos flujos. Resultado: la pyme abandona la idea. Tercera historia. Un ahorrista promedio. Guardó parte de sus ahorros en BTC. Siente que sus fondos están seguros en la blockchain. Hasta que su cuenta en un exchange local fue congelada por un reclamo que tardó meses en resolverse. No hubo garantía clara. Perdió confianza. Vendió. Son historias comunes. Son reales para quienes las viven. Y subrayan la urgencia de una política clara, no solo de retórica.

Cómo protegerte hoy (sin depender de que la política actúe)

Si no querés esperar a que la agenda pública incluya a las criptomonedas, podés tomar medidas prácticas. Aquí van pasos concretos. - Diversifica custodias. No dejes todo en un solo exchange local. Usa una combinación de exchanges internacionales y billeteras de hardware o software. - Aprende sobre seguridad. Activa 2FA, usa contraseñas largas y únicas, y considera wallets de hardware para grandes sumas. - Registra operaciones. Lleva un control de compras y ventas para simplificar tu declaración de impuestos cuando toque. - Informate sobre platformas. No todas son iguales. Si buscás una alternativa confiable para entrar o salir del mercado, podés considerar Binance o Coinbase, y para opciones locales Mercado Bitcoin o Ripio. - Considerá una wallet no custodial. Si querés control total, descargate MetaMask y estudiá cómo manejar claves privadas. No es para todos, pero reduce dependencias. Todo esto no exime al Estado de actuar. Pero te permite navegar un entorno incierto sin depender exclusivamente de lo que ocurra en la política.

¿Por qué los expertos no se dejan llevar por la narrativa libertaria?

Pasa algo curioso. Muchos economistas y reguladores simpatizan con la idea de desburocratizar y reducir costos. Pero también entienden la necesidad de reglas y supervisión. La blockchain no borra el riesgo. Lo redistribuye. Los expertos ven que una sociedad necesita instituciones para resolver conflictos, proteger a los vulnerables y garantizar contratos. Ese andamiaje no se improvisa con eslóganes. Requiere leyes, tribunales, agencias con capacidades técnicas. Cuando Milei habla de eliminar estructuras estatales, algunos especialistas temen que el vacío institucional deje la economía digital sin árbitro. Y en ese escenario, los más vulnerables suelen perder. No es un argumento contra la innovación. Es un llamado a diseñarla con responsabilidad. Además, los reguladores internacionales observan. Las grandes plataformas y fondos no entran en un mercado si la arquitectura jurídica es frágil. Para atraer capital cripto es necesario combinar apertura con reglas claras.

La oportunidad perdida: si no ahora, ¿cuándo?

La Argentina está en un momento crítico. La necesidad de alternativas de ahorro es real. La tecnología para ofrecerlas está madura. Lo que falta es decisión política y técnica para integrarla en la economía formal. Si el gobierno decidiera priorizar un marco cripto responsable, podría: - Capturar talento local que hoy migra al exterior. - Atraer inversión extranjera en startups fintech. - Facilitar microtransacciones y servicios financieros para sectores no bancarizados. - Generar exportaciones de servicios blockchain. No es utopía. Es política industrial digital. Pero requiere coordinar equipos, dialogar con el ecosistema y generar reglas estables. Nada de eso apareció de manera contundente hasta ahora. Por eso los expertos hablan de ausencia de agenda.

¿Qué pueden hacer los actores del ecosistema para empujar el cambio?

No conviene cruzarse de brazos. El sector puede y debe empujar su propia agenda. Algunas estrategias: - Hacer incidencia pública y técnica: whitepapers, propuestas regulatorias concretas y diálogo con equipos técnicos del Estado. - Cooperar en estándares de seguridad y compliance para bajar la resistencia de bancos y proveedores. - Educar a usuarios: campañas claras sobre riesgos y buenas prácticas. - Internacionalizar servicios: buscar mercados con marcos más claros y volver con casos de éxito. El sector debe profesionalizarse. Dejar el relato por las pruebas. Mostrar que puede autorregularse inicialmente. Eso baja la tensión política y abre puertas.

Cierre: takeaways y una pregunta que pica

Puntos para llevarte: - El discurso pro-cripto de Milei existe. La agenda pública cripto, no. - Prioridades macro y reformas institucionales explican la ausencia de un plan concreto. - El sector y los ciudadanos actúan por cuenta propia, pero sin protección suficiente. - Hay riesgo y oportunidad: sin marco claro, la adopción puede ser caótica; con reglas, puede crecer ordenada. - Si querés protegerte ahora, diversificá custodias, formate en seguridad y usá plataformas confiables como Coinbase, Binance o billeteras como MetaMask. ¿Y la pregunta que queda? Si el Estado no pone la agenda cripto, ¿preferís que la conformen los mercados y las empresas, o que la sociedad lo haga con reglas claras que te protejan? ¿Actuás o esperás?

¿Y tú? ¿Vas a seguir desde fuera mientras otros toman posición?

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